Los vecinos de El Molar viven con pasión estos días. La Semana Santa es el escenario de una representación que, desde finales del siglo XVIII hasta los años 50, inspiró la de Chinchón. En ella se vuelcan más de 200 vecinos y miembros de diversas asociaciones locales que, además de sus papeles, se preparan su propio vestuario. Incluso la Cruz es real, de cuatro metros de altura con casi dos y medio de ancho, que pesa 80 kilos, y que el actor de encarna a Jesucristo llevará por el recinto de Las Bodegas de El Charcón. Unas cuevas milenarias de la época árabe donde culminará esta Pasión Viviente, como señala su director, Nacho López Vallejo.
Una cuidada puesta en escena con más de 100 altavoces y cerca de 300 focos, ambientada con música de Haendel, Mozart, Bach, Vivaldi o Faure, así como por una Banda de cornetas y tambores de la Semana Santa sevillana. Todo un espectáculo que volverá a atraer a unas 9.000 personas en cada función, una el Viernes Santo y otra el Sábado Santo, que arrancará a las nueve menos diez de la noche por cuestiones de luz. Además, la entrada es gratis. Otro aliciente para no perdérselo.
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