Se contempla la posibilidad de hacer tres alturas en todo el casco urbano lo que abarataría el coste de la vivienda, reconocer las normas urbanísticas que existían antes de este proyecto regional para no perjudicar a los propietarios y modificar la máxima protección por zona de transición para poder desarrollar el Plan Urbanístico. Son los puntos más destacados de las alegaciones según el alcalde de Miraflores de la Sierra, Pablo Altozano.
De nuevo sobre la mesa una lucha histórica entre el desarrollo de los municipios serranos y la conservación de esta zona de riqueza natural que la semana que viene serán protagonistas del debate político.
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