Se suele hablar más del dióxido de nitrógeno (NO2), de las partículas que traen los aires saharianos o del dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, el ozono, un gas contaminante inodoro e incoloro, también puede crear problemas de salud. Y este verano, ocho municipios de la región, algunos de la zona norte, han superado el umbral de información, que es el nivel que obliga a las Administraciones a informar a los ciudadanos. El mensaje: precaución por las altas temperaturas y cautela con la capa de ozono, ya que las estaciones de medición han marcado en 14 ocasiones más de 180 microgramos por metro cúbico. Una cifra muy elevada y que puede producir irritación de los ojos, dolor de cabeza, tos y disminución de la función pulmonar. Así, es fundamental advertir a los grupos de riesgo para extremar la prevención: niños, ancianos y personas con problemas respiratorios.
Localidades como Algete, El Atazar o Guadalix de la Sierra han sobrepasado este umbral de información como consecuencia del calor y las emisiones del tráfico o la industria. En este sentido, la Comunidad de Madrid prevé que a lo largo del verano que la situación se repetirá y recomienda una especial atención.
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