En nuestra región, este verano las cosas iban muy bien hasta que se desató el incendio de Collado Mediano, en la sierra de Madrid, que provocó el desalojo de 2.000 personas de la zona. Luego le siguió el susto de Torrelodones.
Nosotros podemos evitar incendios, aunque hacen falta más factores para impedir que las llamas acaben con nuestros espacios verdes. De ello se encargan los agentes forestales. Ellos nos advierten de los avisos y se desplazan al lugar de los hechos donde controlan el fuego. También informan de los cambios de viento y de las características peculiares del terreno. Además, también se ocupan de la investigación y prevención de los incendios.
También forma parte de su trabajo concienciar a la población de los peligros que suponen ciertas actitudes en el medio natural. Lo hacen a través de charlas en colegios, asociaciones y colectivos. También se encargan de controlar los vertidos de las construcciones ilegales, de las vías pecuarias, de la caza, de la pesca y de las ocupaciones o alteraciones que se producen en el medio natural.
Otra de sus funciones es la investigación de las causas que han provocado un incendio, para que se ejerzan las acciones administrativas o legales que procedan.
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