Los astados de la ganadería sevillana de Buenavista han realizado el recorrido divididos en dos grupos aunque rodeados por los cabestros. Ello ha hecho que los mozos no hayan podido “coger toro” como se dice en el argot del encierro. Por eso no ha habido tampoco heridos, tan solo siete contusionados leves por caídas. Eso sí, la carrera ha sido rapidísima. Ha durado un minuto y medio. El susto lo ha dado un corredor que en mitad de la manga se ha desplomado, todo indica que por culpa de un ataque epiléptico, aunque ya está fuera de peligro.
Para mañana, visto lo visto, se espera también mucha participación.
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