Empezamos el año hablando de literatura, y como siempre lo hacemos conociendo las mejores recomendaciones que nos trae Eva Díaz Riobello. Esta semana no habla de:
“Del color de la leche”, de Nell Leyshon
Esta breve pero intensa novela está narrada en primera persona por Mary, una adolescente de quince años que vive con su familia en una granja en la Inglaterra rural de 1830. La última de cuatro hermanas, tiene el pelo del color de la leche y la desventaja de haber nacido con un defecto físico en la pierna, lo que la convierte en el blanco favorito de la furia de su padre, amargado por no tener hijos varones capaces de sacar adelante el duro trabajo del campo. A pesar de la miseria que la rodea y el carácter hosco de sus familiares, Mary, de espíritu indomable, es feliz y se siente muy apegada a los suyos, especialmente a su abuelo inválido, pero se verá obligada a separarse de ellos cuando la envían a trabajar como criada a casa del vicario, cuya esposa está enferma. Este cambio le abrirá las puertas de un mundo diferente y le concederá la oportunidad de aprender a leer y escribir, un conocimiento vedado a las mujeres de su clase y por el que pagará un alto precio.
“El final de la historia”, Lydia Davis
Primera y única novela hasta el momento de una de las autoras de relato más importantes de Estados Unidos, la protagonista de “El final de la historia” es una académica de mediana edad que intenta escribir una novela sobre una historia de amor de su pasado, un romance destructivo con un hombre más joven al que amó hasta la obsesión, para después perderle. A través de una prosa fluida, marcada por reveladoras elipsis, la protagonista indaga, por un lado, en los motivos que contribuyeron a precipitar el final de esta relación pasional y, por otro, reconstruye las cosas que ocurrieron mientras duró ésta, tratando de poner orden en sus recuerdos y darle un final adecuado a esta historia que la atormenta. Al mismo tiempo, reflexiona sobre el propio proceso de escritura, la dificultad de poner nuestros recuerdos en palabras y dar sentido a los acontecimientos de nuestra vida.
“Escritos fantasma”, David Mitchell
De las islas de Japón a las montañas China, de las infinitas estepas de Mongolia a una aldea perdida de Irlanda o el Londres más cosmopolita, esta novela constituye un viaje a lo largo y ancho del mundo que no dejará indiferente a ningún lector. A través de nueve relatos extensos, cuyas tramas se entretejen sutilmente entre sí, el autor nos ofrece historias fantásticas, como la de un misterioso espíritu que viaja por Mongolia transfiriéndose de cuerpo en cuerpo y tratando de descubrir su origen; la odisea de una mujer china que vive al pie de una montaña sagrada, junto a un árbol parlante, desde donde ve pasar toda su existencia y las revoluciones políticas de su país; o aventuras estremecedoras, como la huida desquiciada de un miembro de la secta Verdad Suprema tras cometer el atentado con gas sarín en el metro de Tokio. Un libro magnífico que no hay que perderse.
Y como microrrelato semanal hemos elegido “Tiro en la nuca”, de Eduardo Berti. Lo narra como siempre la microloca Isabel Wagemann.
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