Suárez precisa que recuperar la autoridad del maestro con los alumnos es algo necesario para mejorar la calidad de la educación. Reconoce que los actos de violencia o agresión hacía el profesor no son la tónica general, “pero sí existe una falta de respeto generalizada hacia la figura del docente”. Cree que la futura Ley de Autoridad no significa volver a una educación autoritaria y asegura que desde que se conoció la noticia anunciada por Esperanza Aguirre, profesores y padres le han llamado para mostrarle su conformidad. Para aquellos que puedan temer que la Ley ampare abusos de autoridad del maestro, Suárez asegura que hay suficientes mecanismos de control y de sanción, en caso de que ocurriera.
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