Varios de los vecinos que estaban disfrutando de la piscina actuaron rápidamente al ver que la mano de una niña de tres años había quedado atrapada en el succionador de limpieza del depósito. Los bañistas, utilizaron martillos y cortafríos, para romper el succionador y liberar a la pequeña que salió de la piscina con un objeto aferrado a su brazo.
Fueron los bomberos de Alcobendas los que mediante un pequeño taladro cortaron la pieza de plástico que atrapaba la muñeca de la niña.
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