Muchos establecimientos de la Región blindan sus productos o contratan detectives ante las situaciones límite que está generando la crisis. Según han denunciado algunos supermercados, los hurtos de diferentes productos se han duplicado desde el mes de enero. En el Híber de Los Molinos aseguran que se nota desde noviembre de 2008 y en el Hiperusera de Pinto señalan que los robos, detectados principalmente los fines de semana, se están produciendo cada día. El objeto de deseo de los delincuentes, en la mayoría de los casos clientes de apariencia normal, no sólo es lo más caro, sino cosas como el champú, las pizzas y el jamón. En comercios de la Sierra, tintes del pelo, ambientadores para el coche e incluso salvaslips.
Las grandes cadenas como Carrefour, Hipercor, Mercadota o Día han reconocido que están extremando las medidas de seguridad, pero no las detallan para preservar la confidencialidad y por motivos de eficacia. Las tiendas de barrio también han empezado a guardar cuidado con los hurtos. Algunos establecimientos han instalado cámaras de vigilancia o han contratado detectives y agentes. La recesión económica pasa factura en todos los ámbitos.
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