Unas de las principales razones por las que el municipio a rechazado las condiciones del Canal para integrarse en su modelo de gestión del agua, es que el municipio tenía todas sus redes renovadas y pagadas por los vecinos. Por este motivo, el alcalde Juan Figueroa, entendía que tenía un valor que debía cuantificarse, pero que no se reflejaba en la oferta recibida, ya que suponía el mismo tratamiento que cualquier otro municipio en el que el canal sí había pagado la renovación de las canalizaciones.
Los ingresos anuales por la gestión del agua por parte del Ayuntamiento son de unos 600.000 euros anuales, menos los gastos de mantenimiento. Sin embargo, la oferta realizada por el Canal era inferior a los 800.000 euros, cantidad que, según el propio Figueroa, el municipio no podían aceptar.
Asimismo, el alcalde de San Agustín ha declarado que han iniciado procesos administrativos con otros alcaldes, para que incorporen en el catastro, como bien no exento de pago del IBI, todas las canalizaciones del canal.
En cuanto al modelo de recogida de residuos, Juan Figueroa considera que debería ser más sólido y que aportara más dinero a las arcas públicas. Para ello cree conveniente fijarse en otros modelos de ciudades del mundo, en el que facilita que alguien coja los residuos, los ponga en valor y de dinero, sin que los consistorios y los vecinos tengan que pagar por ello.
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