Este proyecto pretende mitigar las dificultades generacionales entre los menores y sus cuidadores, así como facilitar a las familias acogedoras un espacio para la reflexión, el intercambio de experiencias y el mejor desempeño de sus habilidades educativas con los niños acogidos. Encuentros, contactos con especialistas legales, en salud, desarrollo evolutivo, sexualidad, comunicación, etc., son algunos de los aspectos que se trabajan en las sesiones de dos horas. Los temas son decididos por los participantes en función de los intereses del grupo. Un proyecto del que poder presumir, como asegura la concejala de Servicios Sociales, María Luisa Suárez.
Este grupo de acogedores cuenta ya con un año de experiencia y mantiene sus puertas abiertas en la calle Federico García Lorca, s/n.
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