Sarasola libera un azor en el Monte de Valdelatas

El consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, ha soltado un ejemplar de esta rapaz de la que Comunidad de Madrid está impulsando su recuperación. Una labor que desarrolla el Centro de Recuperación del Soto de Viñuelas, donde el año pasado se atendieron cerca de 2.700 animales silvestres, siendo el 75% aves. Este Hospital de atención y recuperación de fauna es un referente nacional, ya que alrededor del 60% de los animales tratados se devuelven a su medio natural una vez rehabilitados.

Actualidad - Alcobendas - Comunidad

26/02/2014 a las 17:23

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Sarasola libera un azor en el Monte de Valdelatas.

Desde julio de 2010 que comenzó su actividad, el CRAS ha acogido a más de 9.000 ejemplares. Las causas son muy diversas, aunque destacan la incautación, cesión de mascotas por sus propietarios, crías y pollos volantones caídos de nidos, ejemplares enfermos o insuficientemente alimentados, individuos que han colisionado con vallados, vehículos o tendidos eléctricos. Un trabajo que le ha convertido en referente nacional como ha destacado en SER Madrid Norte, Borja Sarasola, consejero de Medio Ambiente.

El ejemplar liberado es una hembra que ingresó en el CRAS en estado de shock y daños en ojos y oídos. Tras su tratamiento su evolución fue muy satisfactoria y en poco más de un mes se ha reintroducción en el medio natural.

Sarasola ha destacado que se ha seleccionado el monte preservado de Valdelatas para la suelta de este ejemplar por la elevada concentración de conejos y presas presentes en esta masa forestal de encina y pino piñonero. Además, gracias al seguimiento realizado en este monte, se ha detectado que desde hace 3 años hay un nido de azor que no está siendo ocupado, y se pretende restablecer la población reproductora de esta rapaz.

A partir del 1 de marzo comienza la época de nidificación de la mayoría de las aves, por ello se ponen en marcha medidas para reforzar su seguridad: se controlan obras en las cercanías de los nidos, se cierran algunos senderos, se prohibe la escalada en algunos puntos y se refuerza la vigilancia. Además, se lleva cabo un control específico de sus principales amenazas, retirándose huevos y pollos del Aeropuerto y alrededores de Barajas para evitar colisiones con los aviones.