Los niños con discapacidad física, psíquica y sensorial que participan en estas terapias de la Fundación Deporte y Desafío, además los beneficios que supone para su desarrollo, lo van a pasar en grande. Se trata de dos cursos de hipoterapia en la Escuela de Equitación San Jorge, sesiones de 45 minutos que se imparten una vez por semana durante tres meses y que complementan la programación de esta entidad privada sin ánimo de lucro. Así, con el objetivo de transmitir el movimiento del caballo al jinete que, situado sobre el animal y acompañado por un monitor, adopta posiciones para impulsar su equilibrio y su sentido espacial… se mejora la circulación sanguínea. Una actividad que emplea caballos especialmente entrenados con la atención de personal debidamente cualificado, como la coordinadora Eider Marín, que nos atiende en una de las clases dentro del complejo que tienen en la carretera de Algete.
Los expertos señalan que las terapias ecuestres son un complemento a otras terapias tradicionales para el tratamiento de personas con discapacidad física, psíquica y sensorial, así como personas con alteraciones de comportamiento o trastornos afectivos, enfermedades crónicas degenerativas, amputaciones o lesiones deportivas. Precisamente la práctica de deportes como el esquí alpino, náutico, golf, buceo o equitación incrementa la seguridad en uno mismo y anima a superar otras limitaciones. Son valores imprescindibles -la búsqueda de autonomía personal e integración- para conseguir una progresión social y laboral de los participantes. El lema lo dice todo: “Si puedo hacer esto, puedo hacer cualquier cosa”. Más detalles, en la Fundación Deporte y Desafío, un referente en el norte de la región: www.deporteydesafio.com.
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