El acusado aún muestra su sorpresa por el auto de apertura de juicio oral que le pide dos años de cárcel y más de dos mil euros por un presunto delito de atentado contra dos guardias civiles el sábado 28 de agosto de 2010. Entonces, Julián Carretero, residente en Morata de Tajuña, contaba 23 años y había ido con su padre a la plaza de toros de Colmenar Viejo.
Hasta aquí, todo se desarrollaba con normalidad, pero una concentración de antitaurinos frente al coso colmenareño desató el cruce de insultos con los aficionados. Uno de ellos lanzó un globo de agua a los manifestantes y los agentes del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil fueron a identificarlo. Julián Carretero, que se interpuso y exigió que dejaran al chaval, vio cómo siete guardias civiles lo arrollaban y golpeaban directamente a él y, tras su detención, fue trasladado al cuartel a la espera de juicio rápido. El asunto había quedado parado y hace apenas un mes el Juzgado de Instrucción número 5 de Colmenar Viejo presentó el escrito de acusación y la apertura de juicio oral. Desde el Ministerio Fiscal, la versión difiere, ya que señalan que Julián Carretero formaba parte de un grupo de unas 60 personas que increpaba a los antitaurinos con gritos como “No sois antitaurinos, sois putas de cabaret”. Asimismo, inciden en que se negó a identificarse y agredió al agente, de modo que tuvieron que reducirlo y “sacarlo a la fuerza”.
Ahora, Julián Carretero se enfrenta a la petición de dos años de cárcel por “atentar contra la autoridad”, además de a una indemnización de 600 y 1.450 euros a dos agentes que presentaron lesiones. El aficionado a los toros confía en un vídeo grabado que demostraría su inocencia en el juicio, cuya fecha de celebración aún se desconoce.
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