Ningún maniquí dejó indiferente. Uno simulaba granito con espejos incrustados, otro estaba recubierto de cemento, un tercero con mariposas en el pecho, junto a él otro con placas electrónicas en su interior y pequeños individuos trepando por sus entrañas, el de más allá tatuado con poemas, otro con una bombilla en la cabeza… La inesperada aparición de estas figuras humanas hechas arte llamaron la atención de los transeúntes; pero no será la última vez, ya que al parecer tienen previsto ocupar por sorpresa otros espacios públicos del municipio en los próximos días como ha adelantado el concejal de Cultura, Jorge García, quien fue testigo de la reacción de los vecinos de Colmenar Viejo.
Por su parte, la Concejalía de Cultura se ha comprometido a continuar informando sobre estas extraordinarias apariciones artísticas. El misterio y el arte continúan.
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