Los usuarios que presenciaron la horrible escena no daban crédito y algunos tuvieron que ser atendidos por los psicólogos del Namur-Protección Civil. Un despiste seguido de un tropezón en el andén de la estación de Metro Guzmán el Bueno segó la vida de Juan Ramírez Esquinas, un vecino septuagenario de la localidad de Hoyo de Manzanares.
El reloj marcaba las once y media de la mañana del jueves cuando este señor cordobés, residente en el norte regional, entró en el andén de esta parada de Metro de Madrid. Como tantos otros viajeros, Juan Ramírez Esquinas hacía tiempo leyendo un libro mientras llegaba el suburbano de la línea 7, en sentido Pitis. Cuando el luminoso indicó la inminente irrupción del tren, el hombre se acercó al borde y los siguientes segundos resultaron cruciales: absorto en la lectura, un tropiezo acarreó su caída sobre las vías sin tiempo de reacción para que los demás viajeros y el conductor del convoy pudieran evitar el desenlace. Tampoco sirvió el aviso a los servicios de emergencia y de seguridad. Juan Ramírez Esquinas perdió la vida tras el atropello y varios testigos del accidente requirieron la asistencia de los profesionales, entre ellos, el conductor del metro.
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