Según José Ignacio Vaquero, monitor, el paintball consiste en simular guerras de guerrillas entre dos grupos con balas de pintura como proyectil. No sólo consiste en disparar sin más, existen diferentes modalidades heredadas del mundo de los videojuegos como buscar bombas o eliminar a un objetivo concreto. Vaquero destaca que lo más importante a la hora de practicar paintball es tener sentido común para evitar ejercer daño al contrario, y a partir de ahí poner en práctica nociones básicas como aprovechar las coberturas y tener los ojos bien abiertos.
El equipo está compuesto por un chaleco y mono de protección, guantes, casco y protector de cuello. Los dos últimos componentes son las unidades más básicas de protección, y su retirada está prohibida en el campo de batalla debido a su importancia. El arma es común para todos los participantes, la “marcadora”, con la misma potencia y bolas de pintura. En cuanto a los precios, podemos adquirir todo el equipo y 200 bolas de pintura por unos 20 euros, y hasta 500 bolas de pintura por 50 euros, siempre con la posibilidad de recargar para solucionar piques pendientes. Si la experiencia nos gusta y queremos repetir, tenemos la posibilidad de practicar “Airsoft”, una actividad basada en armas cargadas con bolas de pvc con mayor capacidad técnica y de personalización para cada uno de los jugadores.
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