La SER ha conocido que el vehículo pudo haber sido movido por el asesino del lugar donde la víctima lo habría aparcado inicialmente. Ello explicaría que se encontrase en una calle alejada unos 500 metros del aparcamiento del Cercanías donde esta solía estacionar para ir y volver al trabajo en tren cada día. Una rutina que no se cumplió este miércoles cuando la mujer no regresó a casa. De madrugada los familiares, alarmados, denunciaron la desaparición. Minutos después, una patrulla halló el coche totalmente cerrado con la víctima en la parte trasera. Colombiana, de 36 años y vecina de San Agustín, los agentes la encontraron sin vida y con evidentes signos de violencia. Tenía golpes en la cara y un corte en el cuello que pudo acabar con su vida. El grupo de homicidios de la Policía Nacional, encargada de la investigación, no descarta ninguna hipótesis aunque las dos que cobran más fuerza son el robo o un nuevo caso de violencia machista.
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