Esta pasarela sustituye a otra que precisamente empezará a ser desmontada en breve. Con ella se pretende eliminar las brechas urbanísticas, avanzar en la integración territorial e incrementar la movilidad de la zona. La pasarela, cuyo coste ha ascendido a 1,8 millones de euros financiados íntegramente por el BBVA, mejora las condiciones de seguridad, va techada para hacer frente a condiciones climatológicas adversas, dispone de protecciones laterales para preservarlos del viento y del ruido, cuenta con pavimento antideslizante y alumbrado LED. También incorpora una nueva dársena para autobuses interurbanos en la vía de servicio de la A-1, en sentido Madrid, además de una nueva zona verde de más de 11.000 metros cuadrados, construida con los más exigentes criterios ambientales.
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