Se trata de una acción más contemplada dentro del Plan de Extracción de Residuos del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, gracias al cual ya se han retirado 30 toneladas de restos. Para ello se recurren a medios que menor impacto para el ecosistema, como medios de trasporte tradicional con animales de carga.
En esta ocasión se han utilizado mulas de carga, dada la inaccesibilidad y fragilidad del terreno en el que se encontraban las alas de una avioneta siniestrada en 1980, en las proximidades del nacimiento del río Manzanares. Ellas han protagonizado un recorrido de unos 2 kilómetros, sorteando 130 metros de desnivel, en el que han arrastrado cerca de 125 kilos de chatarra, como explica Borja Sarasola, consejero de Medio Ambiente.
En las próximas semanas están previstas otras tareas de extracción de residuos en el Arroyo de la Condesa, donde retirarán tuberías, chapas y plásticos; así como en la Cabeza de Hierro Mayor, donde se retirarán los restos de un helicóptero siniestrado en enero de 2008.
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