Lucía Mora es ingeniera informática. Vino a España hace trece años a trabajar y buscar un progreso profesional. Ahora es la presidenta de la Asociación Cultural Iberoamericana Andrés Bello y hace una defensa cerrada de lo que fue el gobierno de Chávez y del futuro que le espera al país con Maduro. Defiende la transparencia de las elecciones y pide aceptar el resultado, por muy ajustado que sea.
Dice Mora que los medios de comunicación internacionales no cuentan la verdad y defiende que la falta de algunos alimentos en el mercado se debe al control de empresas por parte de la oposición, que generan situaciones precarias. Además, sale al paso de las críticas sobre la falta de libertad de expresión, negando que haya cualquier cortapisa informativa.
La otra cara de la moneda la representa Eliana Patricia Rodríguez, diseñadora industrial. Ella, su marido e hijo, decidieron venir a España hace seis años, al ver cómo era imposible sacar adelante su negocio, un taller de diseño. Las directrices del régimen lo hicieron inviable.
Rodríguez defiende la necesidad del “conteo de votos”, como reivindica Capriles, asegurando que se aceptará el resultado que haya, pero con las cosas bien hechas. Afirma que Venezuela con Chávez se ha convertido en un país muy violento, con gran inseguridad en las calles, como lo demuestran los atracos que sufrió su marido en el último viaje y reconoce que en los supermercados “no se va a comprar lo que se quiere o necesita, sino lo que se hay”, muchas veces poco.
Al contrario que su compatriota Mora, asegura que la libertad de prensa no existe en su país, una asignatura pendiente, como otras muchas, dice.
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