Ya están listos y preparados para enfrentarse a un nuevo curso. Con sus gorras y chalecos fluorescentes, sus silbatos y las señales de mano que usarán para ayudar a los escolares a cruzar seguros cuando entren y salgan del colegio. Pero sobre todo con mucha ilusión, porque en el día a día los chavales se convierten en sus propios nietos, como asegura José María Díez Valderrama, todo un veterano con 4 años de experiencia.
Los voluntarios viales reciben no sólo los buenos días sino hasta dibujos de los escolares, que se preocupan si un día faltan a su paso de peatones. Una labor que hacen “de mil amores” y con la que aprenden mucho, ya que reciben un curso de formación previo, además de contar siempre con el apoyo de Policía Local. Todo para sacar un “sobresaliente” a final de curso.
Esta temporada se han incorporado a este programa los colegios Greenwich, Seis de Diciembre y Juan XXIII, que se suman al Valdepalitos y el Parque de Cataluña.
Comentarios