Día 19/06/2013
Sexting: El intercambio de material pornográfico entre adolescentes se ha convertido en una práctica demasiado habitual. Es un fenómeno conocido como “sextina”, al que la policía dedica operaciones especiales para su desarticulación. Hoy conoceremos más sobre este asunto.
Sección de empleo: No dejamos de insistir en nuestra búsqueda de empleo y en los consejos a los emprendedores. Un miércoles más sabremos cuáles son las mejores prácticas a seguir para lograr nuestro objetivo.
Rosa Luxemburgo: Cumple 30 años como uno de los grandes emblemas de San Sebastián de los Reyes. Una urbanización que está de celebración, que tiene unos vecinos muy participativos con los que hoy compartiremos minutos de radio.
Comentarios
martin dice:
Violencia nacionalista en Madrid, Señor director: Viviendo de la agricultura, he participado durante muchos años en las manifestaciones en Madrid para mejorar nuestras condiciones de vida. Hoy, 26 de marzo de 2015, repartí, como otras veces, pancartas con los lemas de la marcha. Todo iba bien hasta que algunos agricultores, catalanes como yo, se adelantaron y desplegaron unas banderas independentistas, mezclando así, con esa opción política, tan legítima para un demócrata como la del PP o IU, nuestra común reivindicación económica, pervirtiendo el fin de nuestra marcha y dividiendo a sus participantes. Así se lo hice notar a uno de los organizadores, que habló con ellos y les conminó a retirarlas. Pero al poco rato volvieron a sacarlas, por lo que repetí mi denuncia, esta vez al principal dirigente de la marcha, que volvió a prohibirlas, volviendo ellos a exhibirlas, sin que esta tercera vez la organización lo remediara. Vista la evidente debilidad, por decir lo menos, de los organizadores, me tendí ante las ruedas de los tractores, negándome a manifestarme, como era mi así irrespetado derecho, tras banderas políticas, ajenas a los fines para los que nos habían reunido. Tras larga discusión, la organización me pidió, como hice, que me levantara, porque las habían retirado. Al minuto se mostró que eso era de nuevo falso, por lo que volví a tenderme, hasta que la policía, con un trato correcto que agradezco, me explicó que debía retirarme, ya que ellos no podían intervenir para restaurar el orden interno de la marcha. Yo tendría, como hago hoy mismo, que denunciar en comisaria a los dirigentes de dicha marcha que, contra los objetivos de la convocatoria, y faltando varias veces a su palabra, toleraron esa intromisión política, incluso violenta: algunos de esos independentistas intentaron pegarme, y uno de ellos me agarró y quiso arrastrarme fuera de las ruedas de los tractores. No soy yo quien realmente está por los suelos, sino una España que, en Madrid como en Cataluña, por temor o intereses, no se opone como debe a esa minoría violenta que primero rompe cristales, después ocupa los medios de comunicación para evitar que se conozca lo que hacen -ocho de cada diez medios a los que envío este hecho no lo publicarán- y acaba por falsificar o romper las urnas para imponerse por las armas a quienes no han tenido el valor de defenderse a tiempo. Martín Sagreda Capdevila.
martes, 31 de marzo de 2015 a las 21:10