Para convertirse en una rotonda ecológica se han utilizado en sus 700 metros, áridos decorativos como albero y grava volcánica, así como 200 metros de pavimento continuo de piedra de granito natural.
La elección de especies vegetales también se ha hecho pensando en el ahorro de consumo de agua, con especies del género Sedun, cuya ventaja es la resistencia a la sequía. Además, todo el ajardinamiento está automatizado con un sistema de riego por goteo. Toda una novedad como afirma el concejal de obras, Alberto Matiaces.
En definitiva se trata de un jardín eficiente con el recurso agua, además de decorativo.
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