Bajo el lema “Un título de propiedad no basta. Por una restitución sostenible de tierras en Colombia”, Amnistía Internacional está realizando una campaña en defensa de los derechos humanos en Colombia. Un país que desde hace 50 años viene padeciendo un conflicto armado, que ha obligado a casi 6 millones de personas a desplazarse forzosamente ante la lucha violenta por el control del territorio. Algo devastador para ellas, que dependen de la tierra para su supervivencia, especialmente entre las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
Es el caso de Enrique Cabezas, agricultor y ganadero cuyas tierras fueron expropiadas en 1997 y que se vio obligado a escapar porque si vuelve le “reciben a balazos”, como ha explicado en SER Madrid Norte.
Amparado por la ley internacional y una sentencia en su propio país, Enrique no puede volver a sus tierras por miedo a morir. El poder y la amenaza de las grandes empresas están por encima de él. Una situación que se repite por toda Colombia y que vulnera los Derechos Humanos. Aunque él no se rinde y seguirá luchando con la ley en la mano para poder regresar algún día y retomar su vida tal y como la dejó.
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