Aunque el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se aprobó el 25 de junio de 2013, hasta la primavera de 2014 no se han constituido los órganos de gestión. De hecho ni en 2013, ni en 2014 ha contado con asignación presupuestaria propia y, de momento, tampoco está aprobado el convenio de financiación entre el Estado y el Parque Nacional. En este contexto, aseguran desde Ecologistas en Accion, resulta difícil asumir que haya conseguido algún logro porque administrativamente no ha existido hasta hace escasas semanas.
A pesar de ello, dicen, la Consejería de Medio Ambiente viene afirmando que gracias al Parque Nacional se ha avanzado en conservación. Se pone como ejemplo el establecimiento del lobo. Sin embargo, aseguran, no aporta dato alguno que acredite la presencia estable de esta especie. Otro dato es el incremento de parejas de buitre negro, achacado al Parque. Pero de las 110 parejas existentes en la ladera madrileña, no llega ni a media docena las que están dentro del nuevo espacio. Logros en materia de conservación que, dicen, nada tienen que ver con la declaración del Parque Nacional.
Desde hace un año, aseguran desde Ecologistas en Acción, se publicita el Parque Nacional como si de una gran superficie comercial se tratase. Se mide el número de visitantes por millones, sin que hasta la fecha se haya realizado, ni iniciado un estudio de capacidad de acogida que determine la cantidad y modalidad de visitantes que puede soportar sin poner en riesgo su conservación. En relación a la población local, insisten, tampoco se producen avances. Apuntan a que el objetivo es satisfacer la demanda de servicios turísticos de los visitantes, olvidando la identidad y necesidades de cada municipio. Los planes de desarrollo socioeconómico característicos de los espacios protegidos anteriores al Parque Nacional, desaparecen, denuncian.
A juicio de Ecologistas en Acción, el balance del primer aniversario del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama no es nada positivo.
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