A estas 5 personas se les acusa de asociación ilícita, tenencia de armas prohibidas, lesiones en grado de tentativa, maltrato de obra y asesinato en grado de tentativa. Los procesados se enfrentan a penas que oscilan entre los 21 y 22 años, recayendo la mayor pena en el supuesto dirigente del denominado “Coro de Alcobendas”. Según el fiscal, "el objetivo de este grupo es el hostigamiento y ejecución de actos violentos hacía componentes de otras bandas para conseguir desplazarles del territorio que consideran propio". En el escrito de acusación, el fiscal relata que los procesados la emprendieron a tiros contra un grupo de miembros de otra banda, los Trinitarios, sobre las 6 de la mañana del 17 de mayo de 2009 frente a la discoteca Sucre de Alcobendas.
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