Todos los robos en viviendas unifamiliares tenían un similar modus operandi; preferentemente forzaban las puertas o ventanas traseras, tanto en su planta baja como en el primer piso y después se hacían con piezas de joyería, pequeños electrodomésticos, teléfonos móviles, cámaras de video y fotográficas, televisores, dinero y hasta documentación personal.
Esta banda tenía una gran actividad, llegando a cometer entre tres y cuatro robos semanales. Se les ha incautado además una pistola del calibre 22, munición, dos pistolas simuladas y pasamontañas.
Esta operación ha permitido a la Guardia Civil recuperar gran cantidad del material robado que se encuentra expuesto en la Comandancia de Madrid en Tres Cantos para su reconocimiento y recuperación.
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