La llamada “Operación Tizón” de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha permitido detener a los 10 integrantes de un grupo criminal que robaba a transportistas y empresas. 21 robos cometidos y una mercancía valorada en más de dos millones y medio de euros, que han sido recuperados. La investigación empezó en diciembre tras un asalto violento en Pinto donde sustrajeron unos 2.800 terminales de telefonía móvil y otro robo intimidatorio en Meco, donde se hicieron con otros 13.000 teléfonos móviles. El comandante de la Guardia Civil, Javier Rogero, ha destacado que se trata de un duro golpe al mayor “receptador” de la provincia, un mazazo una banda peligrosa que disponía de “vehículos lanzadera” para intentar huir.
La “Operación Tizón” ha desarmado una banda que empleaba la violencia para hacerse con aparatos de última generación. Entre los detenidos, se encuentra un preso fugado en diciembre interceptado por la Policía cuando iba asistir a un sepelio.
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