Los empresarios de la construcción extorsionados contrataban a inmigrantes, generalmente en situación irregular, para garantizar la seguridad de las obras. Así operaba la banda mafiosa desarticulada por agentes de la Guardia Civil de Collado Villalba, una investigación que empieza en agosto de 2009 tras producirse el lanzamiento de un cóctel molotov contra el vehículo de un vigilante de la construcción y recibir algunas denuncias que apuntaban a un peligroso clan de etnia gitana en Galapagar. A partir de ahí, han sido detenidas nueve personas, todas con antecedentes policiales: siete hombres y dos mujeres imputados por varios delitos de amenazas contra los derechos de los trabajadores, tenencia ilícita de armas y tentativa de homicidio en la zona norte de la Comunidad. Una banda muy violenta, como ha subrayado el comandante Javier Rojero.
La banda desarticulada en la llamada “Operación Caballo Blanco” tenía en su haber tres armas de fuego cortas, dos detonadoras, tres escopetas de caza, abundante munición, tarjetas de visita, documentación, gran cantidad de herramientas, electrodomésticos y hasta 79.000 euros en metálico en billetes de 500 euros. Los cuerpos y fuerzas de seguridad comprenden el miedo de las víctimas, pero han recordado la necesidad de denunciar estos delitos para evitar futuras extorsiones.
Comentarios