El acusado se ha negado a prestar declaración y el testimonio de la Guardia Civil y de la Policía que ha trabajado en el caso apunta a que la intención del acusado era acabar con la vida de los dos menores. Han confirmado que el acusado trasladó a los dos menores de un pozo de poca profundidad a otro de quince metros y de difícil acceso, arrojando sobre sus cabezas tablas y piedras para ocultarles.
El acusado José R.A, español de 55 años, se ha ocultado con gorro, gafas y bufanda, presentado claros signos de drogadicción.
En esta primera jornada del juicio se han conocido también los detalles que llevaron a la Guardia Civil a localizarle y detenerle con tanta rapidez. La menor agredida sexualmente señaló a los agentes que su agresor tenía varios tatuajes en el cuerpo, uno de ellos en los genitales. Su descripción coincidía con los tatuajes del ahora acusado que además tenía antecedentes penales por una violación en el año 1983. Por este delito cumplió una pena de prisión de 17 años.
Los menores, que están en Rumanía – su país de origen- no han testificado de manera presencial. En la sala se han visto sus conversaciones con los psicólogos de la Guardia Civil. La madre de los menores que si ha testificado en el juicio ha explicado que la menor, que tenía ocho años en 2011, “tiene mucho miedo a todos los hombres” y que su hijo mayor “tiene ahora mucha violencia”.
Para la Guardia Civil fue un “verdadero milagro” su localización por dos vecinos de la Urbanización Valderrey de Algete que escucharon las voces de auxilio de los menores dos días después de los hechos.
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