El texto de Bram Stoker es infalible. El profesor Van Helsing es experto en ciencias ocultas y tiene la misión de salvar a una mujer que necesita sangre para sobrevivir. Pero hasta aquí podemos leer, ya que muy pronto entra en acción un posible vampiro: el conde Drácula. La historia que en los años veinte llevó Hamilton Deane por primera vez a las tablas se ha trasladado también a la gran pantalla y ahora toma el Teatro Marquina de Madrid. Entre sus intérpretes, actores tan prestigiosos como Emilio Gutierrez Caba o Ramón Langa dominan la escena de un montaje repleto de efectos especiales. La adaptación es de Jorge de Juan y Eduardo Bazo. Con el primero hemos hablado en SER Madrid Norte del romanticismo que encierra esta versión terrorífica.
Hasta el 29 de febrero, “Drácula” hará correr la sangre teatral en el Marquina. Otra excusa para acercarse desde la zona norte al meollo de la capital. Pero que nadie olvide la estaca.
Comentarios
Hijo de Drácula dice:
Tendra su oportunidad.
www.hijosdedracula.com
sábado, 14 de enero de 2012 a las 16:19
Esther dice:
Cuando en una obra de terror se recogen carcajadas...algo se está haciendo mal. Al menos así fue el pasado 5 de Febrero.
La trama se hace lenta y farragosa.
Los actores dan la sensación de necesitar un par de meses más de ensayo.Aquí las "promesas juveniles", que están de muy buen ver pero interpretan muy flojos ,son Martiño Rivas y María Ruiz. Olviden a Renfield, el rico personaje está completamente desaprovechado.
Lo peor, la decepción con Emilio Gutiérrez Caba, tras verle trabajar de manera soberbia en otras obras... qué pena, transmite hastío, al igual que César Sánchez.
Lo mejor, el vestuario,la caracterización de los personajes y la interpretación de Amparo Climent, impecable para el género(más con ese texto).
Lo más absurdo, prepárense ,si van a asistir a la obra, para ver a un conde Drácula que gruñe, y gruñe tanto que el público se divide entre la estupefacción y el genuino cachondeo.
Buena parte de los efectos especiales resultan contraproducentes a la hora de crear ese ambiente de desasosiego buscado.
Las apariciones del murciélago de peluche colgado de una cuerda claramente visible son más impedimento que ayuda a la hora de poner al espectador en un entorno de tensión e inquietud.
Consejo para aquellos que le tengan miedo a los vampiros: acudan, se les pasará para siempre
sábado, 11 de febrero de 2012 a las 16:31