Con “La punta del iceberg” La Abadía apuesta por el asombroso talento del dramaturgo canario Antonio Tabares, como en temporadas anteriores ha programado a otros autores pocos conocidos como Paco Bezerra y Manuel Calzada.
En esta ocasión, el director del Teatre Nacional de Catalunya, Sergi Belbel, ha tomado el timón de esta puesta en escena que choca con la realidad hasta hundirnos en el mundo de las relaciones en el entorno laboral. Un espejo que nos sitúa frente a la crisis y las tensiones en el trabajo que afectan la vida privada, similar a “El método Grönholm” y “Después de la lluvia”.
En el montaje vemos a una empresa multinacional que se ve sacudida por el suicidio de tres de sus empleados en apenas cinco meses. La compañía envía a una directiva para que investigue y aclare lo sucedido. En sus encuentros con los trabajadores se percibe un ambiente cargado de presión, sin la menor consideración por los intereses personales de cada uno, porque se concede prioridad absoluta a los resultados. Todo ello encarnado por Nieves Medina, Eleazar Ortiz, Montse Díez, Pau Durá, Luis Moreno y Chema de Miguel.
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