El TSJM con esta anulación da la razón a la denuncia interpuesta por el concejal de IU, Germán Basoa y repasa algunas de las irregularidades de los presupuestos de 2012.
La sentencia afirma que se sobrevaloró en cerca de un millón de euros los ingresos procedentes del IBI, “no resulta coherente ni con lo liquidado, ni con lo recaudado en 2010, ni con la reducción del tipo de gravamen”. También recoge la sobrevaloración de los ingresos procedentes del ICIO en 368 mil euros o la previsión de los ingresos de transferencia de capital de 735 mil euros “sin constar ningún convenio con la Comunidad de Madrid que avale la cantidad prevista”. Esta partida estaba destinada a financiar el plan renove de alumbrado público, que según el TSJM tampoco puede financiarse con cargo a la enajenación de parcelas municipales.
Desde el gobierno municipal se acata la sentencia y afirma que la anulación de los presupuestos de 2012 no tiene ninguna consecuencia jurídica puesto que en este caso, afirma el informe elaborado por los servicios jurídicos municipales “el presupuesto vigente sería el de 2009 que asciende a más de 21 millones de euros” mientras que el ahora anulado es de algo más de 18 millones de euros. Si el presupuesto vigente tras la sentencia fuera el anterior, el de 2009, los créditos para gastos contemplados son suficientes para amparar las obligaciones reconocidas en 2012.
El ayuntamiento aduce que la vigencia de los presupuestos es anual y que el de 2012 está cerrado, liquidado e incluso aprobada su cuenta general. Además, insiste en que la liquidación real fue de un 123% de las previsiones iniciales en el capítulo de ingresos – en el que se incluye el IBI- y de un 90% de las mismas respecto al segundo.
Recuerdan que no se produjo en ese ejercicio ninguna venta de parcelas del patrimonio municipal, ni la ejecución de las inversiones previstas que se financiarían de esta forma.
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