Los factores externos influyen en la actitud que tenemos ante las cosas que nos pasan, pero según reconoce Álvarez en el término medio está la postura más adecuada. Ser un pesimista irredento no nos ayudará nunca a salir adelante ni impulsará nuestra vida hacia situaciones mejores, pero tampoco una persona en exceso optimista, que no ve los inconvenientes más razonables, podrá valorar las cosas, ni los inconvenientes que se le presenten en la vida.
Álvarez analiza si un optimista afronta peor los reveses de la vida y si un pesimista no disfruta casi nunca de los buenos momentos.
Comentarios