Frente a esta opción tradicional, se pueden encontrar otros más originales como son los roscones con crema tostada de limón, el roscón invertido, en el que se da la vuelta y se coloca el relleno fuera, o el roscón cremoso de Té Verde japonés, ente otras delicatesen. Además, entre los más sibaritas se ha popularizado la costumbre de quedar con los amigos o familia estos días y maridar el roscón de reyes con diferentes vinos dulces como pueden ser un Pedro Ximénez, un Moscatel o un buen cava. Una experiencia gourmet que está cobrando más adeptos, año tras año.
Lo que también que están cambiando son los formatos. La diversidad de tipos de familias en la sociedad española ha propiciado que cada vez haya más hogares monoparentales o incluso que haya mucha gente que viva sola. En línea con esta diversidad, y en consonancia con otros productos de gran consumo, se realizan formatos más pequeños. Por esta razón, en los últimos años sí que han variado los gramajes de los roscones.
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