Los niños saharauis comienzan estos días sus particulares vacaciones en paz. Abandonan durante dos meses los campamentos del desierto donde el Gobierno de Marruecos, con la complicidad de la comunidad internacional, obliga a vivir a su pueblo en condiciones infrahumanas. Además de disfrutar y olvidarse de los problemas, pasarán revisiones médicas para detectar posibles problemas de salud. De esta forma, muchas familias de la zona norte tenderán la mano a estos pequeños, mientras los Estados siguen permitiendo la injusticia que padecen desde hace décadas.
Este jueves en Alcobendas se desarrollará una gala solidaria en la que toda la ciudadanía está llamada a participar para ayudar a estos pequeños.
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