A las 4:10 de la madrugada del 13 de marzo de 1998, un artefacto explosivo estallaba en la Delegación de Hacienda de la calle Arturo Soria, diez minutos después otra bomba destrozaba otra oficina en la plaza del Doctor Laguna, en el distrito madrileño de El Retiro. Aunque los daños materiales fueron cuantiosos, nadie resultó herido. Los funcionarios públicos no se habían incorporado a sus puestos de trabajo y la actividad en la calle era nula a esas horas de la madrugada.
Un par de horas después, un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de los GRAPO (Grupos Antifascistas Primero de Octubre) informaba a los periódicos El País y El Mundo de los lugares de tres atentados, incluyendo el de Alcobendas que en ese momento aún no se había producido.
El cuerpo de la Policía Nacional y los agentes locales de Alcobendas iniciaban rápidamente un importante dispositivo en torno a la delegación de Hacienda de la calle Rupero Chapí de Alcobendas. En aquel año Jesús García era el jefe de la Policía Local.
Los artificieros localizaban la bomba en una papelera de los lavabos de mujeres de este edificio situado a unos 200 metros del ayuntamiento de Alcobendas y del centro comercial La Gran Manzana.
Los TEDAX sacaban el paquete, que no había estallado por un error en el temporizador y lo trasladaban mediante un robot teledirigido a unos jardines próximos donde fue explosionado de forma controlada.
Este atentado acaba con casi tres años de inactividad de los GRAPO desde el secuestro del empresario Publio Cordón en el año 1995.
Manuel Pérez Martínez conocido como el “camarada Arenas” y María Victoria Gómez están acusados de ser los inductores del ataque y se les imputan dos delitos de daños terroristas y otro en grado de tentativa. El Fiscal, Carlos Bautista ha solicitado 22 años de prisión.
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