El hombre, de nacionalidad rumana, se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Madrid por un delito de inducción a la prostitución y otro de amenazas. Se enfrenta en total a una petición fiscal de once años de prisión. Según el fiscal, el procesado convivía con su novia, menor de edad, en la localidad de El Molar. Durante su relación, realizó presuntamente constantes amenazas de quemarla y retirarle el pasaporte para que ejerciera la prostitución. El acusado exigía a su pareja que le devolviera el dinero que le había costado traerla a España en 2003 e incluso al parecer llegó a ofrecer sus servicios sexuales por los bares de la localidad de Pedrezuela.
El 7 de marzo de 2004, la joven decidió poner fin a su relación después de que se enterara de la intención de su novio de venderla a un proxeneta. Tras ello, se refugió en la casa de un amigo, a quien el procesado intentó apuñalar, lo que le llevó a denunciar estos hechos. El 10 y 14 de marzo de aquel año, el procesado llamó a la víctima y le amenazó con prenderla fuego y con matarla en el caso de no retirar la denuncia.
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