El Parlamento Europeo considera que hay indicios de ilegalidad en las cifras de contaminación de la región y vigila la conocida “boina” de Madrid ante la posibilidad de que infrinja la legalidad. Así, Bruselas mantiene abierta la denuncia presentada por Equo a la comisión de Peticiones de la cámara, donde se apunta que tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento infringen la directiva 2008/50 por los niveles de contaminación registrados, que superan los máximos permitidos. Recordemos que estos datos han obligado a exigir una prórroga a la comisión Europea para ganar tiempo y esquivar posibles sanciones. De hecho, Equo indica que el Ayuntamiento de Madrid modificó la ubicación de las estaciones medidoras con el fin de maquillar los resultados del plan de calidad del aire. Junto con la ciudad, otras localidades como Coslada y Leganés superaron en 2010 los límites de dióxido de nitrógeno, gas nocivo para las vías respiratorias que procede del tráfico y, sobre todo, de los diésel.
Otro factor preocupante para los madrileños es que la Comisión, que tampoco admitió las moratorias solicitadas por España con respecto a otro contaminante, ha denegado la prórroga solicitada por Barcelona en septiembre de 2011 porque intuye que no se ha demostrado que vaya a cumplir los límites en 2015. Un precedente que la región y la capital deben tener en cuenta y que, en el futuro inmediato, influirá en la calidad del aire que respiramos.
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