Desde que el Balonmano Alcobendas diese carta de libertad a su plantilla de ASOBAL en enero debido a su grave situación económica, cada jornada ha sucedido lo mismo. Es decir, se ha repetido la lógica. Un equipo lleno de jugadores amateurs ha perdido, siempre dejándose la piel, con conjuntos profesionales. Así que el descenso es algo que estaba anunciado desde hace meses, pero no por ello deja de ser uno de los episodios más tristes para el deporte en los últimos tiempos. Madrid se quedará, lo más lógico este sábado ya, sin representación en la élite del balonmano. Dieciocho meses después de la llegada a la presidencia del francés Eric Selva. Los alcobendenses se enfrentarán fuera de casa el sábado al Ademar. Solo un milagro impedirá decir adiós al sueño que durante mucho tiempo fue una realidad para una gran ciudad.
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