El sistema, ubicado en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Madrid-Viñuelas, recrea un escenario real, con un apoyo y cruceta dotados de un sistema eléctrico, mediante el cual las aves en rehabilitación reciben una descarga eléctrica ligera, exenta de efectos secundarios, que condiciona al ave a asociar esa estructura eléctrica con un estímulo desagradable y por consiguiente a evitar la posada en las mismas, eligiendo un árbol como lugar seguro alternativo. En pocas sesiones el ave aprende a no posarse y puede ser liberada con este aprendizaje, en un intento de evitar su electrocución.
Este novedoso sistema se está probando con aves que representan la riqueza faunística de la región, entre las que destacan algunas especies en peligro de extinción como el águila imperial o el buitre negro. Gracias a las políticas de protección del Ejecutivo regional, sus poblaciones se encuentran en valores máximos, habiéndose duplicado en poco más de 15 años.
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