La primera de las recomendaciones de la OMIC se refiere a la elección del juguete por los padres, según la edad del niño, habilidades y seguridad. Asimismo, se insiste en la necesidad de verificar su homologación europea con las siglas CE en el etiquetado y los datos del fabricante o importador en castellano, al igual que las instrucciones.
Mención aparte tienen los videojuegos. Según las normas de protección del menor de la Comunidad de Madrid, dichos juegos no deben dañar la personalidad del niño, vulnerar los derechos de la Constitución, ni fomentar la violencia. Además, su etiquetado debe reseñar sus características mediante un sistema de iconos informativos homologado.
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