Los 45 kilos de heroína incautados suponen cuatro veces más que todo lo incautado por la Policía Nacional en Madrid durante el año 2012 y la mitad de lo intervenido en España ese año. La droga incautada se vendía como muy pura, aunque los ahora arrestados la habían ‘cortado’, y en el mercado negro habría supuesto unas ganancias de entre tres y cinco millones de euros. La Policía seguía a Carlos Pereira desde hacía meses porque se sospechaba que era el denominado ‘señor de la droga’ que surtía a la Cañada Real. El 26 de septiembre pasado, supuestamente había participado en un tiroteo entre "narcos" en un piso de Madrid. Dos hombres que supuestamente iban a vender cinco kilos de cocaína a los integrantes de su banda fueron tiroteados presuntamente por éstos. Tras el tiroteo, que dejó a dos hombres heridos graves y 53 impactos de bala, huyeron con la droga y con el dinero de la transacción. Por eso se les imputan también dos delitos de homicidio en grado de tentativa.
Carlos Pereira fue finalmente detenido cuando se trasladó desde Pedrezuela a Madrid para hacer una entrega de 2,5 kilos de heroína. Después los agentes detuvieron a los otros tres miembros del grupo y registraron la casa de Pedrezuela y dos pisos en la capital en los que se decomisaron 43 kilos de heroína, 525 gramos de cocaína, ocho kilos de sustancias de corte, 1.500 cartuchos, un revólver y un chaleco antibalas, entre otros objetos. Cuando fue arrestado, Carlos Pereira acababa de regresar de Holanda de comprar droga.
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