El principal caudal del que bebemos los madrileños es uno de los mejores del país. Así se desprende del reciente control de medición del estado ecológico del Lozoya, que asegura que estas aguas madrileñas mantienen la máxima calidad en los últimos años.
Un estudio que se realiza a lo largo del cauce del Alto Lozoya, donde hay instaladas 15 estaciones de muestreo hídrico, que también comprueban las especies de peces en vías de extinción que habitan estas aguas y que se conservan gracias a su pureza, como son la lamprehuela, la boga, la bermejuela y la trucha común autócnona.
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