Estos trabajos comenzaron hace 20 años con el fin de mejorar el estado en el que se encontraba la laguna, en el corazón del Parque Natural de Peñalara. Desde entonces continúan estudiando la inmensa base de datos que ofrece este antiguo glaciar y que afecta al estado de los humedales de la montaña del Parque Nacional.
Así, los restos encontrados de restos de polen, algas microscópicas y animales invertebrados proporcionan una valiosa información sobre cómo varía el clima en esta zona de Guadarrama y en el resto del planeta, como afirma Juan Vielva, responsable del Centro de Investigación en este paraje.
Además, la Comunidad de Madrid ha autorizado el inicio de más de 60 proyectos de investigación en esta zona, donde se estudian los anfibios, el agua o el caudal del arroyo Peñalara.
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