A partir de ahora, el doctor extenderá la receta mediante un programa informático y entregará el Plan de Medicación con toda la información detallada para seguir correctamente el tratamiento: dosis, frecuencia y duración. Para lo que el paciente sólo tendrá que llevar al centro de salud con su tarjeta individual.
Tras asistir a la consulta, el paciente dispondrá de diez días para validar el tratamiento en la farmacia, donde quedará grabada su tarjeta durante un año. De esta manera, las personas enfermas crónicas o con tratamientos de larga duración no tendrán que ir frecuentemente a la renovar las recetas sino acudir directamente a la farmacia, donde les dispensarán los medicamentos.
Comentarios