La trama comienza con la llegada del señor Ponza, su esposa y su suegra a una pequeña capital de provincia, donde se instalan en dos casas separadas. Los vecinos reclaman saber por qué, pero las respuestas opuestas que reciben les hacen sospechar que o Ponza o su suegra mienten. La obsesión por saber la verdad aumenta hasta desencadenar una histeria colectiva. El chisme, el cotilleo, el morbo, las murmuraciones, la insistencia… acabarán convirtiéndose en crueldad.
Una obra puesta en escena por la Compañía Eterneo y con la dirección de Rebeca Mayorga, que se presenta como un ensayo sobre identidades relativas. El contraste entre la realidad y la apariencia, entre lo verdadero y lo falso, son cuestionados por Pirandello quien, además, plantea con extrema habilidad si una realidad objetiva puede ser entendida mediante instrumentos racionales.
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