La rapidez con la que se han aplicado los recortes en las becas de comedor ha obligado a adaptar la normativa higiénico sanitaria, de forma tan inmediata que sólo se ha modificado un punto: el que permite a los alumnos llevar la comida desde casa si no pueden pagar los 4,80 € que cuesta este servicio. Sin embargo, por uso de instalaciones y personal están obligados a pagar 3,40 €. Pero este cambio legislativo implica muchos riesgos para alumnos, padres, y trabajadores de los centros. Aquí radica el problema como afirma Javier Aparicio, responsable de calidad de la empresa Cutasa que proporciona servicio de comedor por toda la región.
Una medida que entraña riesgos para la salud de los alumnos que no van a acceder a una comida sana diaria, por no hablar de las intoxicaciones que se pueden dar por llevar la comida desde casa. Por ejemplo, cuando se rompe la cadena del frío o se cocina un producto en mal estado. Por lo que habría que instruir a los padres en la manipulación de alimentos, como apunta Javier Saja, formador en manipulación de alimentos del Grupo San Román.
Un papel importante es el de los cuidadores de comedor, no sólo encargados de controlar que los niños coman sino que lo hagan correctamente; además de vigilar el tema de las alergias o intolerancias a algunos alimentos por parte de los alumnos, como explica Rosa del Val Buffet, coordinadora de un comedor en un colegio de Tres Cantos
Una polémica que bien parece una cortina de humo y que esconde un problema de fondo. El deterioro de la Educación Pública. Los máximos perjudicados, desgraciadamente, los alumnos.
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