Lydia Martínez, candidata del PSOE Tres Cantos, vecina y reivindicadora de una ciudad mejor

Sencilla pero arreglada, en blanco y negro, con su habitual melena corta y sonriente, Lydia Martínez se sienta tranquila al micrófono y eso es lo que transmite: tranquilidad. La candidata socialista a la alcaldía de Tres Cantos nos ha presentado su cara más desconocida, la personal, y también ha recibido la “Videollamada al candidato”.

Municipales 2015 Entrevista - Tres Cantos

16/03/2015 a las 18:04

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Lydia Martínez, candidata del PSOE Tres Cantos, vecina y reivindicadora de una ciudad mejor

Lydia Martínez ha pedido para empezar la entrevista la música de Vetusta Morla. Le encanta este grupo de la nueva hornada tricantina, a los que conoce personalmente así como a sus padres. Es lo que tiene un municipio tan joven, donde casi todos los vecinos se conocen, especialmente aquellos que se vinieron a vivir aquí en los años 80 y empezaron a construir una ciudad desde la reivindicación ciudadana, como ha recordado.

En aquellos tiempos “había mucha ilusión por la ciudad” ha destacado Martínez, quien se trasladó a vivir a Tres Cantos con su familia en 1993, aunque ya seguía de cerca su crecimiento desde 1984. Años en los que surgía con fuerza el movimiento vecinal, en el que sigue creyendo y en el que no pierde la fe para cambiar las cosas: “porque esta ciudad se hizo con los vecinos y ese de uno de sus valores.”

Vecina y amiga de muchos vecinos, Lydia defiende que hay que vivir en la ciudad para poder mejorarla. Asimismo, dice estar marcada por el sello de la Izquierda, (al igual que Sabina, al que también ha escogido musicalmente) si eso significa defender valores como la libertad y la igualdad, y querer construir un mundo mejor para todos.

Timidamente, Lydia ha confesado su afición por la pintura, aunque lamenta tener un poco abandonados los pinceles. Se atreve con el dibujo y hasta con el óleo, siempre autodidacta, como ella, que decidió meterse en política cuando vio que Aznar subía al poder. Pero siempre desde la calma, como esa serenidad que trasmite y que nos recuerda al mar a la hora de la siesta.